UN MENSAJE DE NUESTRO PÁRROCO – 17 DIC 2023

Queridos amigos en Cristo,
“Vivan siempre alegres”, dice San Pablo en la segunda lectura de la Misa de hoy. En el “Domingo Gaudete” nos regocijamos por la proximidad de la celebración de la Navidad y la llegada de Nuestro Señor en su forma humana.
Sin embargo, tomar las palabras de San Pablo literalmente puede ser un verdadero desafío. Con todo el sufrimiento que enfrentamos en nuestras propias vidas, ¿cómo es que podríamos vivir siempre alegres? La violencia en nuestra ciudad, los desacuerdos en las
familias y los matrimonios, la pérdida de empleos, la enfermedad, la vejez, la muerte… Cuando miramos todo lo que está mal en el
mundo, vivir alegres suele ser lo último en lo que pensamos.

Sin embargo, como cristianos, Jesús nos invita a su propia manera de pensar sobre la vida y el mundo. No tiene que ver con lo que está mal en el mundo, sino con el cambio que se realizará en él a través de la obediencia a la voluntad de Dios y la plena realización de los efectos de la muerte y resurrección de Cristo nuestro Salvador. Como decía una de las oraciones de la Misa de la semana pasada: “Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre.”

El cristiano se regocija porque ve en el niño Jesús la esperanza para el mundo y para sí mismo especialmente, y puede mirar con plenitud las cosas del cielo, incluso mientras continúa caminando en medio de los desafíos de esta vida. Eso debería alegrarnos a todos. Espero darle la bienvenida a usted y a sus seres queridos a nuestras Misas en celebración de la Navidad.

Sinceramente suyo en Cristo,
P. Thomas J. Byrne