Del Párroco – 9 de julio 23

Estimados amigos en Cristo,

Estoy escribiendo este artículo el fin de semana del 1º y 2º de julio, mi primer fin de semana
como su párroco.  Quiero comenzar agradeciéndoles a todos por su cálida bienvenida, sus
oraciones y su amabilidad hacia mí al comenzar este nuevo ministerio. Después de haber pasado los últimos siete años de mi ministerio en la
formación de seminaristas para el sacerdocio, regresar a una parroquia como párroco es una experiencia muy diferente para mí.

En el evangelio para la Misa de este domingo, escuchamos a Jesús orando a su Padre con estas palabras: “¡Yo te
alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has
mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla!”. Qué escena tan
extraña e interesante. Estas palabras de Jesús nos
muestran el amor preferencial de Dios por los pobres, la gente sencilla de Dios.

La santa Madre Teresa de Calcuta dio al mundo un ejemplo inolvidable de lo que es cuidar de los más pobres. Todos conocemos el tipo de amor que las Misioneras de la Caridad regalan a los pobres y de todo lo que ellas sufren
dondequiera que estén en el mundo, incluso en nuestra propia ciudad de Chicago. Pero lo que no es tan conocido es el profundo amor personal y la intimidad con Jesús que marcó la espiritualidad de la Madre Teresa. Esto es lo que ella escribió a sus hermanas:

“Jesús quiere que les diga de nuevo. . . , cuánto amor tiene para cada uno de ustedes – más allá de todo lo que se pueden imaginar. Me preocupa que algunos de
ustedes todavía no han encontrado a Jesús realmente – uno a uno – solos Jesús y tú. Podemos pasar mucho tiempo en la capilla – pero ¿han visto ustedes con los ojos del alma como Él los mira con amor? ¿Realmente conocen al Jesús viviente – no el de los libros, sino por estar con Él en su corazón? ¿Han oído las amorosas
palabras que les dice?. . .”

Esto es lo que significa convertirnos en “pobres” nosotros mismos: que hemos encontrado a Jesús en nuestras almas.  Le hemos permitido vernos en nuestra debilidad y en
nuestra necesidad, que le hemos permitido que cuide de nosotros.  A veces, se necesita un gran esfuerzo para que nos permitamos ser amados por los demás.  Esta semana, conviértanse en gente pobre a quien el Padre desea revelar todas las cosas en el cielo y en la tierra, siempre y cuando permitamos que Él nos ame.

Suyo en Cristo,

Padre Thomas Byrne